jueves, 6 de octubre de 2011

TIRANDO FRANCAMENTE- FRANCOTIRADORA

1)
Un hombre de bigotes está sentado en la caja de un bar. Da la impresión de que es el dueño del recinto. Observa todo lo que pasa a su alrededor. En este instante está reparando en el señor de la mesa cinco. Este hombre mira constantemente su teléfono celular y pareciera que está esperando a alguien. Esto se confirma cuando una mujer entra apurada al bar y se le acerca entregándole un papel y tomando a cambio un portafolio negro. La mujer se marcha, el hombrecito hace una llamada desde su teléfono y el hombre de la caja relaja el entrecejo.
2)
Un señor con bigotes observa desde la caja todo lo que acontece en su bar. Observa por ejemplo a aquel hombre que se sentó en la mesa cinco. Este irradia histeria y nerviosismo y no deja de mirar sistemáticamente el teléfono celular. El señor de bigote sospecha que pueda estar pasando algo turbio en su territorio y preferiría echar a patadas a aquel hombre nervioso antes de que suceda cualquier cosa. Los pensamientos del bigotudo se ven interrumpidos cuando entra en escena una mujer que se acerca a la mesa cinco y le entrega al hombre nervioso un papel y toma a cambio un portafolio negro. La mujer se retira y  finalmente el hombrecito hace una llamada tomando el teléfono con sus manos transpiradas.
3)
No puedo creer que sean las 9:05 y ella todavía no me haya llamado. Me tiene acá como un gil esperándola. Solo rezo porque mi hija esté bien. La última vez que la madre se la llevó ilegalmente fuera del país me amenazó con no volver nunca más. Que caro me salió tener a Interpol buscándola por los cincuenta estados del norte. El hombre de la caja me mira mucho. Debe haber notado mi palidez, mis ojeras, mi pelo sucio y mi camisa sin planchar. Ahí viene, ahí entra ella, la francotiradora. Es repugnante, la detesto. No me dice ni una palabra, casi ni me mira. Me da un juego el recibo y yo le doy el maletín con el dinero. Se va. Este papelucho es la promesa de un futuro en libertad con mi hija, alejados de su madre desequilibrada.
4)
Este loco que me manda a hacer misiones oscuras me tiene cansada. Encima me cita en horarios loquísimos como el de hoy, a las nueve de la mañana de un lunes. Menos mal que soy una profesional de primera línea y estoy dispuesta a enfrentar los trabajos más desafiantes. Es parte de la adrenalina, gajes del oficio. Pegarle un tiro en la nuca a su ex mujer no va a ser tan difícil. El problema va a ser localizarla. Tan esquizofrénica ella que no tiene una rutina como la gente normal. Espero poder descifrar su patrón de conducta. Ahí está el, todo nervioso sentadito en la mesa de siempre. El bigotudo de la caja no para de mirarme mientras hacemos la transacción. Tendría que haberme disfrazado un poquito más. Pobre gil, la manija del portafolios esta toda transpirada. Le doy el recibo rápido y me voy. No quiero problemas.

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