Marcela quiere ser todas las mujeres en una mujer.
Mide un metro sesenta y pesa sesenta kilos. Es gorda según los parámetros de las nutricionistas de un país como la Argentina, donde recomiendan pesar diez kilos menos de lo que se mide.
Es una rubia teñida y se le nota muchísimo, pero ella cree que no.
Hoy pagó la primer cuota de diecisiete restantes de su Blackberry 8950.
Se levanta temprano porque es una ferviente creyente de que “al que madruga Dios lo ayuda”. Igualmente no cree en Dios, cree en la fuerza de lo popular que vive en el refrán.
Su dieta se basa en las historietas de las cadenas de spam que le llegan a su casilla de gmail (marce_blondie_85@gmail.com ) Forwards larguísimos que relatan los diez beneficios de tomar agua de garbanzo, las bondades de ponerle lino y quinoa a las tartas y las amenazas de que su estómago se va a desintegrar como un clavo en Coca-Cola si sigue dándole a la gaseosa.
Está convencida de que tiene una sincronización natural con el chofer del 13, ya que en los últimos tres años no tuvo que esperarlo más de ochenta segundos en la parada de cada mañana.
La semana pasada demostró lo orgullosa que se sentía de su trabajo cuando hizo una carga móvil de una fotito con su cara adornada en un marco lleno de estrellas y arcos dorados donde la nombraron “empleada del mes”.
Marcela es lisa y llanamente feliz como su nulo grado de profundidad.
Muchos envidian a Marcela, quien se distingue por saber apreciar el hoy sin pensar tanto en el mañana.
Mide un metro sesenta y pesa sesenta kilos. Es gorda según los parámetros de las nutricionistas de un país como la Argentina, donde recomiendan pesar diez kilos menos de lo que se mide.
Es una rubia teñida y se le nota muchísimo, pero ella cree que no.
Hoy pagó la primer cuota de diecisiete restantes de su Blackberry 8950.
Se levanta temprano porque es una ferviente creyente de que “al que madruga Dios lo ayuda”. Igualmente no cree en Dios, cree en la fuerza de lo popular que vive en el refrán.
Su dieta se basa en las historietas de las cadenas de spam que le llegan a su casilla de gmail (marce_blondie_85@gmail.com ) Forwards larguísimos que relatan los diez beneficios de tomar agua de garbanzo, las bondades de ponerle lino y quinoa a las tartas y las amenazas de que su estómago se va a desintegrar como un clavo en Coca-Cola si sigue dándole a la gaseosa.
Está convencida de que tiene una sincronización natural con el chofer del 13, ya que en los últimos tres años no tuvo que esperarlo más de ochenta segundos en la parada de cada mañana.
La semana pasada demostró lo orgullosa que se sentía de su trabajo cuando hizo una carga móvil de una fotito con su cara adornada en un marco lleno de estrellas y arcos dorados donde la nombraron “empleada del mes”.
Marcela es lisa y llanamente feliz como su nulo grado de profundidad.
Muchos envidian a Marcela, quien se distingue por saber apreciar el hoy sin pensar tanto en el mañana.
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